Principales signos del Envejecimiento Facial

1. APARICIÓN DE ARRUGAS
Los movimientos repetitivos de los músculos faciales durante la mímica diaria resultan en la formación de arrugas. Inicialmente, estas arrugas aparecen sólo cuando la cara está en movimiento y desaparecen en reposo, siendo, por esta característica, denominadas arrugas dinámicas. Con el tiempo, estas arrugas se acentúan y progresivamente se hacen visibles incluso con el rostro en reposo. Las más conocidas son las arrugas de la frente, alrededor de los ojos (patas de gallo), entre las cejas (entrecejo) y alrededor de los labios (llamadas arrugas de paréntesis o bigote nasogeniano).
Este proceso se ve exacerbado por otros factores, además del movimiento facial: intrínsecos (por ejemplo, la genética de cada individuo) y extrínsecos (por ejemplo, la exposición a factores ambientales). Junto con las arrugas dinámicas, tenemos la aparición de algunas arrugas estáticas, es decir, las arrugas más profundas y marcadas, visibles incluso con el rostro en reposo. La más conocida es el llamado bigote nasogenianoo surco nasolabial, que es aquella arruga que comienza en la esquina de la nariz y va hacia la comisura de la boca y también puede extenderse por debajo de los labios hacia la barbilla.
2. ALTERACIONES ESTRUCTURALES CAUSADAS POR LA PÉRDIDA DE VOLUMEN FACIAL
La percepción de una cara joven está relacionada no sólo con la ausencia de arrugas, sino también con la correcta distribución del volumen y la definición del contorno facial. En este contexto, los compartimientos de la grasa de la cara que junto con la estructura ósea, confieren soporte facial.
Con los años, estos compartimientos pierden volumen y consecuentemente, la habilidad para mantener las estructuras faciales en sus posiciones. Los pómulos pierden definición y poco a poco caen, destacando el bigote nasogeniano. El desplazamiento de la parte inferior de las estructuras faciales conducirá a la pérdida del contorno del rostro, que se notará como un aspecto cansado y envejecido.
3. ALTERACIONES EN LA CALIDAD GLOBAL DE LA PIEL
El paso del tiempo y la influencia de factores extrínsecos, principalmente la exposición al sol, dejan rastros en toda la piel, pero son más notables en la cara. El impacto de la radiación solar en el proceso de envejecimiento se llama fotoenvejecimiento.
Las células disminuyen su capacidad de renovación y la producción de colágeno, de elastina (fibras elásticas) y ácido hialurónico. La piel se vuelve más fina, seca y flácida, perdiendo su vitalidad, luminosidad y revelando las arrugas finas.

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